Trazos de Amor – Viñeta – Harry&Ginny
Despiertas algo agitada, tu corazón late con rapidez casi lográndose salir de tu pecho pero una gran cantidad de piel logra retenerlo. Miras hacia los lados buscando esa calidez que en tu sueño te acompañaba y caes en cuenta de que no está. Te das de golpe con la triste realidad de que se ha ido, tu cama se encuentra vacía ya que tu presencia no cuenta, eres como algo nulo, que está ahí pero a la vez no está. Respiras y tu corazón late, pero sencillamente estas muerta en vida.
Una lágrima resbala por tu mejilla y con delicadeza atraes tus piernas hasta tu pecho, te acurrucas como una niña pequeña. Tu llanto, a principio silencioso, comienza a inundar poco a poco la pequeña habitación, el desespero vuelve a ti, no sabes que hacer, no tienes a quien recurrir. Uno a uno fueron cayendo, tus seres queridos no estaban ya contigo, solo quedaba esa esencia que ellos dejaban, un dulce y suave recuerdo de que alguna vez estuvieron contigo.
En tus sueños escuchas el llanto de tus lamentos, que al despertar se convierten en realidad. Estas enamorada, perdida, desesperada, sin saber qué camino tomar. El tiempo se detiene, tu alma se fue junto a él cuando sin tomarte en cuenta decidió irse a salvar el mundo, no hay sonrisas que adornen tu día ni buenos sentimos que te acompañen en las noches.
La soledad es tu única amiga o como tu sueles decir, tu peor enemiga. Ella es el verdugo, tu condena. Es silenciosa y pasiva, está a la espera de la pérdida de tu cordura, pero luchas con toda tu fuerza para que eso no pase.
Piensas en él, rezas porqué esté bien. Muy en el fondo deseas poder haber sido egoísta y haberle pedido que huyesen juntos donde nadie jamás los encontrase, pero ya era muy tarde para eso y la verdad es que jamás hubieses tenido el valor de pedir que dejara a miles de vida a la deriva.
Su misión era salvar el mundo y la tuya sencillamente estar a la espera de él. Era su batalla, su decisión y por más que quisieras no podías lucharla por él, sólo te quedaba apoyarlo desde la distancia, guardar en silencio todos esos sentimientos y deseos, para que cuando regresase a ti, fuese ahora o en otra vida, lo colmarás con cada uno de ellos.
Una sonrisa triste se desliza por tus labios, mientras que tus ojos brillan un poco al recordar lo hermoso que es estar enamorada, tu cuerpo recibió con dicha una parte de felicidad, eras correspondida y eso era importante, era eso lo que mantenía viva la llama de la esperanza.
Los sozollos cesaron sin que te dieses cuenta, el color de tus mejillas regresó y tus manos fueron liberan poco a poco la presión sobre tus piernas.
Te levantas con ánimo, sabes que la bipolaridad hizo presencia en ti, no te importa, sueles sufrir de ella todas las mañanas cuando despiertas luego de haberlo tenido en tus sueños. Tus pies descalzos caminan sobre el frío piso, llegas hasta la ventana donde los rayos del sol logran dibujar con claridad tu rostro. Miras hacia un lado y te enfocas en el lienzo junto a ti, como si se tratase de un imán y tú un metal, te sientes atraída por él. Sin pensarlo tomas el pincel y lo remojas en un color cualquiera, comienzas a trazar líneas sin sentido.
No sabes cómo ni en qué momento perdiste la noción del tiempo y pronto atardeció, habías culminado sin querer la obra, bueno casi, solo faltaba un pequeño detalle, ponerle un nombre. Admiras con orgullo cada trazo que has dado con amor, para muchos esa pintura podrá ser absurda y sin sentido, pero para ti, lo es todo.
En ella plasmaste lo que sentías, tanto tus frustraciones como tus sueños, las desdichas y las esperanzas, las lágrimas y las sonrisas, todo lo bueno y lo malo, lo que siempre te acompaña. Notas cómo ya no hay soledad, pues ésta ha huido cuando entendió que en tu mirada el brillo del amor y la esperanza jamás se extinguirían, porque por él todo lo darías y esperarías.
Tomas una manta y tapas el lienzo, es lo más bello que puedes tener hasta ahora, un hermoso retrato extraído de tu mente, una imagen que define a la perfección lo que sientes. Te vas a la ducha recordando como tu mano se deslizaba con amor sobre el lienzo, como poco a poco este tomaba vida con cada color que le dabas, te recordó a tu vida, a la manera en como él llegó de la nada para hacerte sonreír y darte fuerzas para vivir y creer en el amor.
Apaciblemente te vistes, guardando en tu memoria como comenzó tu día. Tus anhelos se convierten en suspiros que captura el viento que se escurre por las ventanas. Terminas de arreglarte y bajas a comer algo, llevas en tu mente y en tu corazón, el firme pensamiento que esos trazos de amor que afirmaste en el lienzo, son los trazos de amor que te mantendrán viva mientras sigas a la espera por ese hombre que sin proponérselo se convirtió en tu vida.
La vida tiene tantos matices y tantos colores hermosos.
Nuestra misión es llenar de color cada momento que tenemos.
Somos los pinceles mientras que ella es el lienzo.
No vivamos en blanco y negro.
Dibujemos una hermosa sonrisa a nuestro lienzo y empecemos a trazar en él con amor.
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PD: Bueno para las que no sepan es mi pareja canon preferida y es la segunda vez que escribo de ellos dos juntos, pero en la primera no era nada cursi ni triste xD sino que ella quedaba con Hermione. En fin, el escrito lo escribí en un día de melancolía. Sin dedicaciones y nada, solo aviso que me disculpen pues no está beteado.
Gracias (: